Internacional
El presidente francés es comparado con Zapatero y otros líderes socialdemócratas «que condujeron al desastre a Grecia, España y Portugal»
A
los tres meses de su elección como presidente, crece el desencanto de
la izquierda francesa con François Hollande, comparado veladamente con
Zapatero y otros líderes socialdemócratas: “Un social liberal como los
que condujeron al desastre a Grecia, España y Portugal”.
Jean-Luc
Mélenchon, presidente del Frente de Izquierda (FdI), resume la
“desilusión” creciente de este modo: “Han sido cien días para casi nada.
Tras diez años en la oposición, todo lo que ha hecho el presidente y el
gobierno socialista es un colectivo presupuestario para subir impuestos
y una Ley contra el acoso sexual... La promesas socialistas se han
perdido en las playas donde veranea el presidente”.
Mélenchon
se han convertido con mucha rapidez en el líder de la izquierda
desencantada por la inacción, el inmovilismo y las promesas incumplidas
del presidente Hollande, que tienen muchos otros críticos de izquierda.
Los
sindicatos anuncian un “otoño caliente”, desde mediados de septiembre.
Según la CGT, Francia corre el riesgo de perder entre 40.000 y 60.000
empleos industriales, durante el próximo semestre. Mélenchon pone el
dedo en las llagas más dolorosas: “Hollande y sus ministros prometieron
tomar medidas de urgencia contra la crisis, contra el cierre de empresas
por razones financieras. Cien días después, nada se ha hecho. Todo lo
que ha hecho Hollande y su gobierno es tomar medidas para poner en
práctica el Tratado europeo que negociaron Sarkozy y Merkel. Hollande ha
capitulado en ese terreno”.
La
“capitulación” económica denunciada por Mélenchon coincide con otro
rosario de críticas de fondo, en materia de seguridad interior.
La
política de expulsiones policiales expeditivas de gitanos de origen
rumano pasa muy mal incluso dentro del PS. “Querido François, no te
elegimos para esto...” ha comentado con amarga ironía Audrey Pulvar,
periodista y esposa de Arnaud de Montebourg, ministro de la
reconstrucción industrial. Pulvar sale al paso de las expulsiones de
gitanos rumanos ordenadas por Manuel Valls, ministro del Interior, que
se ha convertido en el enemigo político número uno de la izquierda
desencantada.
Cécile
Duflot, ministra de la “igualdad de los territorios” (ministerio
insólito en la historia política de Francia), ha criticado con severidad
de política policial de la pareja Hollande – Valls, muy semejante a la
practicada por Nicolas Sarkozy. Martine Aubry, líder del PS, se ha visto
forzada a recortar sus vacaciones para volver precipitadamente a Lille,
donde ha criticado el desmantelamiento de campamentos de gitanos.
Los
primeros síntomas de desencanto político contra Hollande parecen
anunciar un otoño político y social con flecos inflamables, tras los
incendios veraniegos.
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