Alrededor de 60 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema en México y el sector de la población clasificada como Clase Media es la más endeudada del país. Nuestros políticos son indiferentes a la razón de ser de sus cargos, que reside en proporcionar y procurar el bienestar social, económico, y cultural de la población en todos los ámbitos, se desocupan de atender las necesidades de la gente porque se ocupan más de responder a sus propias posiciones y posesiones.En mi paso diario de regreso a casa después de la jornada laboral, hago un recorrido como de 10 kilómetros. Observar el camino me estimula muchos pensamientos y emociones, pero quizá el más recurrente es la indignación que me produce atestiguar la desigualdad económica en que viven las personas.
"Un político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones" Winston Churchill.
En el tramo que recorro hay viviendas de todo tipo, llama mi atención que con frecuencia se pueden ver casas que, en apariencia, gozan de tener propietarios de mejor condición económica junto a casas que sin duda alguna ponen en evidencia la profunda pobreza de sus moradores, éstas casas están construidas con bloques de cemento, de roca o lámina y techos de guano. También es posible ver que son habitadas por varios integrantes, en estas casas no se encuentran muchas diferencias, desde la calle se puede mirar que de las paredes solo cuelgan las hamacas, hay quizá una vieja mesa de madera o plástico, algunas sillas y la cocina es un espacio de utensilios y muebles improvisados.
El lugar en el que vivo no es muy distinto del resto del país ¿Saben que en México más de la mitad de la población vive en condiciones de extrema pobreza? ¿Saben que la población clasificada como 'clase media' es la más endeudada del país, porque gran parte de sus bienes se adquieren mediante créditos bancarios, hipotecarios, comerciales o prendarios?
La clase media percibe sueldos de entre 4 mil y 10 mil pesos mensuales, son sueldos muy inferiores al costo real de la vida cotidiana y al estilo de vida que social, económica y culturalmente se requieren para subsistir en un país que responde inevitablemente a una economía globalizada.
Mientras tanto, funcionarios del Gobierno perciben sueldos mensuales totalmente fuera de la proporción, pues al Presidente se le pagan casi 250 mil pesos al mes, un ministro de la Suprema Corte de Justicia recibe casi 6 millones de pesos al año, los Secretarios de Estado ganan casi 200 mil pesos mensuales y así en la escala hasta un director general, que tiene un sueldo de 91,951 pesos al mes.
Me pregunto ¿Por qué somos así?
¿Qué pasa con la gente cuando por influencias o circunstancias adquiere poder, por mínimo que sea, suele forjar personalidades prepotentes e indiferentes, miles de millones de pesos se reparten entre unos cuantos y entre los de siempre, mientras nuestras familias y millones de niños carecen de lo más indispensable?
Es inaceptable, para un país donde hay alrededor de 60 millones de pobres, que los funcionarios del gobierno se den el lujo no sólo de percibir esos salarios mensuales, sino que, además, gozan de prestaciones, bonos y premios económicos que rebasan cualquier justificación, como el hecho de que el Presidente Felipe Calderón haya autorizado la adquisición de un avión presidencial,
Nuestros políticos ignoran que la razón de ser de sus cargos reside en proveer y procurar el bienestar social, económico, y cultural de la población en todos los ámbitos implícitos, se desocupan de atender las necesidades de la gente porque se ocupan más de atender sus propias posiciones y posesiones.
Las justificaciones para estos altos salarios son el alto grado de responsabilidad y riesgo que conlleva su labor, y curioso, no se muerden la lengua al decirlo, pero los mexicanos seguimos esperando que surja el político que promueva un equilibrio más justo en la economía de la población, esperamos un político que sienta no merecer tantos privilegios en tanto no se consiga verdaderamente erradicar la extrema pobreza de este país.
Winston Churchill (1874-1965) fue un importante Ministro británico que sostuvo que un político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.
Ojalá en nuestro país surja algún día un político de similar sensibilidad e inteligencia, México es un país de pobladores que tienen más hambre de conmiseración que de tortillas, necesitamos orden y equilibrio en la administración de los recursos públicos, en la distribución justa y equitativa de la riqueza , requerimos organización y honestidad en el desempeño de las instituciones, urge que juntos propiciemos los beneficios que requerimos para progresar y emerger del abismo en que justo ahora nos encontramos como resultado de la falta de consecuencias hacia la mala actuación de los políticos.
Somos muchos los mexicanos que soñamos con un México poblado de personas que gozan de condiciones justas, nuestro país necesita gobernantes, dirigentes y legisladores que se conmuevan y actúen para que en México nunca más se vean casas de lámina y cartón.
Super bien!
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