jueves, 23 de agosto de 2012

PIB, ¿realmente cómo vamos?

PIB, ¿realmente cómo vamos?

“¿Por qué, cuando a los economistas se nos pregunta cómo va la economía, por lo general respondemos en términos del Producto Interno Bruto?”

Arturo Damm

¿Por qué, cuando a los economistas se nos pregunta cómo va la economía, por lo general respondemos en términos del Producto Interno Bruto, el PIB, que es, como lo apunta Jonathan Heath en su muy recomendable Lo que indican los indicadores[1], “el indicador más conocido, o por lo menos, el que más se ha hecho escuchar por la mayoría de la población”? La respuesta la da el mismo Heath: “La razón es que es la medida más comprensiva de la actividad económica de un país y, por lo mismo, el mejor indicador de su comportamiento general y del tamaño de la economía”. ¿Y por qué es la medida más comprensiva de la actividad económica de un país? Nuevamente Heath: “El PIB es la suma de los valores (precios)[2] de mercado de todos los servicios y los bienes finales (es decir: para consumo final)[3] producidos por los recursos (trabajo y capital) de la economía que residen en un país (independientemente de que sean nacionales o extranjeros)[4]”.

El PIB mide, en términos monetarios, la producción de bienes y servicios de consumo final, consumo que es la actividad económica terminal, aquella que le da sentido a todas las demás (por ejemplo: producción y comercio), aquella en función de la cual se realizan todas las demás (tal y como es el caso, nuevamente, de la producción y el comercio), consumo del cual depende la satisfacción de cualquier carencia, desde la más básica de las necesidades hasta el más excéntrico de los caprichos, y esa es una de las razones de la importancia del PIB: no puede haber consumo si no hay producción de bienes y servicios, y no lo puede haber por dos razones. Primera: antes de poder consumir X hay que producir X. Segunda: para poder consumir X, además de tener que producir X, hay que generar ingreso con el cual poder comprar X, ingreso que se genera en la producción de X (y de Y y de Z, etc.).
Al producir suceden dos cosas. Primera: se producen los bienes y servicios con los cuales los consumidores satisfacerán sus necesidades. Segunda: se generan los ingresos de todos los agentes económicos que aportaron factores (recursos naturales, capital, trabajo, etc.) a la producción de dichos bienes y servicios, ingresos con los que se comprarán dichos satisfactores. Lo anterior implica que si el PIB creció, en un determinado periodo de tiempo, en X por ciento, tanto la producción de bienes y servicios, como la generación del ingreso, crecieron, en ese determinado periodo de tiempo, en X por ciento.
Vuelvo a la pregunta inicial: ¿por qué, cuando a los economistas se nos pregunta cómo va la economía, por lo general respondemos en términos del PIB? Más allá de lo ya dicho, hay que tomar en cuenta que el problema económico de fondo es el de la escasez, es decir, el hecho de que no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis. ¿Cuál es la única manera de ir sobrellevando esta situación? No solamente produciendo, sino produciendo cada vez más, de tal manera que lo más importante no es el monto del PIB -¿cuánto se produjo?-, sino el comportamiento del PIB -¿cuánto más (o menos) se produjo?-, comportamiento del PIB, al segundo trimestre del año, que el INEGI reportó el pasado jueves, y cuya información se resume de la siguiente manera. Uno: en términos anualizados, es decir, comparando los resultados del segundo trimestre del 2012, con los del segundo trimestre del 2011, el PIB creció 4.1%. ¿Mejor o peor? Veámoslo: en términos anualizados el PIB del segundo trimestre del 2011 creció 3.1 por ciento y un año después lo hizo al 4.1 por ciento: mejor. Dos: en términos desestacionalizados, es decir, comparando los resultados del segundo trimestre del 2012 con los del trimestre inmediatamente anterior, el primero, el PIB creció 0.87 por ciento. ¿Mejoró o empeoró el comportamiento del PIB? Veámoslo: en términos desestacionalizados el PIB del primer trimestre del 2011 creció 1.19 por ciento y un trimestre después lo hizo al 0.87 por ciento: empeoró.
Medido de manera anualizada el comportamiento del PIB a lo largo del segundo trimestre del año mejoró: pasó de 3.1 a 4.1 por ciento. Medido de forma desestacionalizada dicho comportamiento empeoró: pasó de 1.19 a 0.87 por ciento. ¿Cuál de las dos cifras es la relevante para responder a la pregunta cómo vamos? La respuesta obvia es: depende de qué quieres medir. Sí, claro, depende de qué queramos medir, y entre las muchas posibilidades se encuentran las dos ya mencionadas: medir el comportamiento del PIB del segundo trimestre del 2012 con relación al mismo trimestre del año anterior, o con relación al trimestre inmediatamente anterior, y ya vimos que los resultados, en cuanto a la tendencia, son opuestos: al alza el primero a la baja el segundo, lo cual nos lleva de nueva cuenta la pregunta: ¿cuál de las dos cifras es la relevante para responder a la pregunta cómo vamos? ¿Cuál de las dos mediciones es la que mejor nos reporta la condición de los signos vitales de la actividad económica? La segunda, la cifra desestacionalizada, la que resulta de comparar los resultados del segundo trimestre con los del primero. Esa cifra, la desestacionalizada, responde mejor que la cifra anualizada a la pregunta cómo vamos, y si esto es así, entonces la respuesta a dicha pregunta es, dada la menor tasa de crecimiento del segundo trimestre, no tan bien.
Tomando en cuenta la cifra desestacionalizada, y analizando lo sucedido en los últimos seis trimestres, tenemos lo siguiente: 1er. trimestre 2011, 0.51 por ciento; 2do. trimestre 2011, 1.35 por ciento; 3er. trimestre 2011, 1.21 por ciento; 4to. trimestre 2011, 0.73 por ciento; 1er. trimestre 2012, 1.19 por ciento; 2do. trimestre 2012, 0.87 por ciento. Analizado así el comportamiento del PIB, ¿cuál es la respuesta a la pregunta cómo vamos? ¿Cuál es la tendencia? Durante los dos primeros trimestres del 2011 la tasa de crecimiento promedio del PIB fue del 0.93 por ciento. A lo largo de los dos primeros trimestres del 2012 fue del 1.03 por ciento, mayor, pero sin olvidar, en primer lugar, que durante el segundo trimestre el crecimiento resultó menor que a lo largo del primero y, en segundo término, que si se llevaran a cabo las reformas estructurales a favor de la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad personal, y por lo tanto de la competitividad y la productividad, independientemente de la tendencia, a la alza o a la baja, las cifras del PIB serían más elevadas.
Por último, en términos anuales, durante el segundo trimestre, las actividades agropecuarias crecieron al 9.5 por ciento, la industria lo hizo al 3.6, y los servicios al 4.4. En términos desestacionalizados el comportamiento fue el siguiente: las actividades agropecuarias retrocedieron 0.19 por ciento; la industria avanzó 0.59, y el sector de los servicios creció 1.11 puntos porcentuales.
Por no dejar. ¿Cuánto creció el PIB durante el primer semestre de 2011? 3.8 por ciento. ¿En cuánto lo hizo un año después, a lo largo del primer semestre de este 2012? En 4.3 por ciento: mejor

No hay comentarios:

Publicar un comentario