Los Zetas partidos a la mitad
Las guerras civiles son más duras, más crueles, más brutales, que cualquier otra. Y esta guerra, la que divide a Los Zetas, no será la excepción.
Jorge Fernández Menéndez
La división de Los Zetas
cambiará la geografía del narcotráfico en el país. El enfrentamiento se
ha dado entre los dos hombres que han sido sus líderes desde la caída de
su fundador, Arturo Guzmán Decena: Heriberto Lazcano, conocido como El Lazca, pero también (al escribir la columna publicada ayer no lo sabíamos), como El Z 50 o El Talibán, y Miguel Ángel Treviño, El Z 40. Son los dos grandes jefes de esa organización desde que decidieron romper con el cártel del Golfo desde que Osiel Cárdenas Guillén
fue enviado a Estados Unidos y se dijo (nunca fue confirmado
oficialmente por la justicia estadunidense, pero la indulgencia de la
condena que le aplicaron, 20 años, así lo hace suponer) que se convirtió
en informante de las agencias de la Unión Americana. Desde entonces Los Zetas dejaron de ser el brazo armado del cártel del Golfo, rompieron con ese cártel y formaron su propia organización.
La zona de influencia de Los Zetas es, sobre todo, en Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Hidalgo, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí. En el sur del país tienen presencia importante en Quintana Roo y en Tabasco. Por supuesto que, como muchos de los grupos del narcotráfico se disputan otras regiones, en esos estados, la presencia de Los Zetas es mucho más significativa. La ruptura entre Treviño y Lazcano detonará la lucha interna y la violencia en las entidades donde los grupos del primero son más poderosos: San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y, en parte, Veracruz.
De esos enfrentamientos se generará un aumento de la violencia en esas zonas y por eso también se ha dado en los últimos días un incremento importante de la presencia de las fuerzas de seguridad en esos lugares y por eso se insiste desde las fuerzas de seguridad federal en solicitar la participación ciudadana a través de los mecanismos de denuncia, sobre todo en un momento en que se espera un alza de la violencia.
¿Por qué rompen Lazcano y Treviño? No hay información oficial, pero se asegura que, además de la disputa por los territorios, la división tendría relación con el dinero: los golpes que ha recibido Treviño en las últimas semanas en Estados Unidos —se recordará la detención de su hermano— con el desmantelamiento de una red de lavado que incluía la venta de caballos y las carreras de media milla, lo habrían dejado en una situación endeble y con parte de su seguridad vulnerada.
Las preguntas que quedan pendientes son muchas, la principal es hasta dónde llegará esa ruptura (si nos basamos en los hechos de violencia que ya se han registrado se puede suponer que será realmente profunda) y también cómo se alinearán estos grupos ante sus actuales rivales. Recordemos que cuando los Beltrán Leyva y el cártel de Juárez, encabezado por Vicente Carrillo, rompieron con el cártel de Sinaloa, y acabaron con la llamada Federación, no sólo se detonó la guerra entre grupos criminales que desde entonces vivimos, sino que también se reconfiguró la geografía del crimen, ya que esos grupos se aliaron con Los Zetas, a la vez que el cártel del Golfo se alió con el de Sinaloa, el del Chapo Guzmán.
Los enfrentamientos entre los distintos cárteles siempre han estado presentes: en el pasado, en los primeros años de los 90, los de los Arellano Félix, con la llamada Federación que encabezaba Amado Carrillo Fuentes y, en menor medida, de esos dos grupos con el cártel del Golfo, entonces encabezado por Juan García Abrego, generaron muchísimos hechos de violencia. Pero desde 2004, y eso se suele olvidar cuando se trata de explicar la ola de muertes que vivimos hasta el día de hoy, esos enfrentamientos se recrudecieron porque lo que ocurrió fue que se rompieron internamente esos tres grandes cárteles: se dividieron los Arellano Félix y sobre todo se enfrentaron y rompieron los cárteles del Chapo Guzmán, el llamado de Sinaloa, con los Beltrán, y el de Juárez, y también, como dijimos, el del Golfo y Los Zetas. Rupturas que coincidieron, casualmente, con cambios sexenales.
Y como sabemos, ninguna guerra, ninguna violencia, es peor que la fratricida. Las guerras civiles son más duras, más crueles, más brutales, que cualquier otra. Y esta guerra, la que divide a Los Zetas, no será la excepción.
La zona de influencia de Los Zetas es, sobre todo, en Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Hidalgo, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí. En el sur del país tienen presencia importante en Quintana Roo y en Tabasco. Por supuesto que, como muchos de los grupos del narcotráfico se disputan otras regiones, en esos estados, la presencia de Los Zetas es mucho más significativa. La ruptura entre Treviño y Lazcano detonará la lucha interna y la violencia en las entidades donde los grupos del primero son más poderosos: San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y, en parte, Veracruz.
De esos enfrentamientos se generará un aumento de la violencia en esas zonas y por eso también se ha dado en los últimos días un incremento importante de la presencia de las fuerzas de seguridad en esos lugares y por eso se insiste desde las fuerzas de seguridad federal en solicitar la participación ciudadana a través de los mecanismos de denuncia, sobre todo en un momento en que se espera un alza de la violencia.
¿Por qué rompen Lazcano y Treviño? No hay información oficial, pero se asegura que, además de la disputa por los territorios, la división tendría relación con el dinero: los golpes que ha recibido Treviño en las últimas semanas en Estados Unidos —se recordará la detención de su hermano— con el desmantelamiento de una red de lavado que incluía la venta de caballos y las carreras de media milla, lo habrían dejado en una situación endeble y con parte de su seguridad vulnerada.
Las preguntas que quedan pendientes son muchas, la principal es hasta dónde llegará esa ruptura (si nos basamos en los hechos de violencia que ya se han registrado se puede suponer que será realmente profunda) y también cómo se alinearán estos grupos ante sus actuales rivales. Recordemos que cuando los Beltrán Leyva y el cártel de Juárez, encabezado por Vicente Carrillo, rompieron con el cártel de Sinaloa, y acabaron con la llamada Federación, no sólo se detonó la guerra entre grupos criminales que desde entonces vivimos, sino que también se reconfiguró la geografía del crimen, ya que esos grupos se aliaron con Los Zetas, a la vez que el cártel del Golfo se alió con el de Sinaloa, el del Chapo Guzmán.
Los enfrentamientos entre los distintos cárteles siempre han estado presentes: en el pasado, en los primeros años de los 90, los de los Arellano Félix, con la llamada Federación que encabezaba Amado Carrillo Fuentes y, en menor medida, de esos dos grupos con el cártel del Golfo, entonces encabezado por Juan García Abrego, generaron muchísimos hechos de violencia. Pero desde 2004, y eso se suele olvidar cuando se trata de explicar la ola de muertes que vivimos hasta el día de hoy, esos enfrentamientos se recrudecieron porque lo que ocurrió fue que se rompieron internamente esos tres grandes cárteles: se dividieron los Arellano Félix y sobre todo se enfrentaron y rompieron los cárteles del Chapo Guzmán, el llamado de Sinaloa, con los Beltrán, y el de Juárez, y también, como dijimos, el del Golfo y Los Zetas. Rupturas que coincidieron, casualmente, con cambios sexenales.
Y como sabemos, ninguna guerra, ninguna violencia, es peor que la fratricida. Las guerras civiles son más duras, más crueles, más brutales, que cualquier otra. Y esta guerra, la que divide a Los Zetas, no será la excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario