Por Ricardo Alemán.
El refranero político mexicano le acredita a un personaje popular, Porfirio Remigio, una frase que resume la sabiduría y el escepticismo del pueblo sobre los actores políticos.
Cuentan
que allá por los años 50 del siglo pasado, un deportista de notorio origen
humilde, encumbrado por sus hazañas deportivas –algunos dicen que era un
ciclista, otros que se trataba de un futbolista y otros más que era boxeador–;
fue interrogado sobre las cualidades y posibilidades de dos renombrados
políticos que aspiraban a la Presidencia de la República. A bocajarro, Porfirio
Remigio habría respondido:
"Pa
mí que los dos son ojetes".
El
relato viene a cuenta por la disputa en que se han enfrascado la empresa de
medios MVS Comunicaciones y el gobierno de Felipe Calderón.
La
pelea es por una nada despreciable tajada del espectro radioeléctrico de
2.5Ghz, que con los avances tecnológicos se convertiría en el mayor espectro
disponible en México.
MVS
consiguió esta concesión hace años, pero desde entonces la ha tenido subutilizada;
es decir, está sin uso comercial. Aun así, este grupo negoció con el gobierno
federal el uso de esa frecuencia para, con ello, impedir que legalmente le
fuera retirada.
Y
es que según las leyes de la materia,
toda concesión que no está siendo utilizada puede ser retirada o rescatada por
el gobierno Federal. Y este es el caso de la frecuencia de 2.5Ghz.
A
su vez, el Gobierno Federal intentó distintas modalidades de acuerdo,
negociación y pacto, a fin de que MVS permaneciera en propiedad de una porción
de la banda y que el resto pudiera ser licitada nuevamente a otros
competidores.
La
decisión del Gobierno Federal no
es un capricho, tampoco una ocurrencia de carácter político, y menos una
venganza.
En
realidad, el rescate los 2.5 Ghz es
parte del reordenamiento global que se está produciendo en el
espectro radioeléctrico.
Sin
embargo, no hay duda que detrás del pleito hay evidentes razones políticas.
Por
un lado, MVS cometió graves
errores estratégicos al asumir una militancia
político-electoral contra el gobierno de Calderón y contra el PRI, en la
creencia errónea de que el próximo presidente sería Andrés Manuel López
Obrador, para quien sirve la conductora estelar de MVS, la señora Carmen
Aristegui.
A
su vez, el gobierno federal
reacciona de manera equivocada, frente a una clara embestida
política.
Felipe
Calderón, en tanto presidente de todos los mexicanos, está obligado a actuar en estricto
apego a su investidura de jefe del Estado mexicano, no a partir
de respuestas emotivas.
Por
eso recordamos a Porfirio Remigio: "Pa'mí que los dos son ojetes".
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