
El 26 de marzo, el presidente Obama realizó un sorprendente comentario respecto a sus futuras intenciones en la política de defensa antimisiles de Estados Unidos. En un comentario a Medvédev en un momento de descuido, el presidente Obama dijo que si es reelegido, tendrá mayor “flexibilidad” para adaptarse a lo que objeten los rusos, en particular en lo que se refiere al programa de defensa antimisiles de Estados Unidos.
Los comentarios del presidente Obama no fueron sorpresa. Su administración ya lo había dejado bien claro cuando rebajó drásticamente el presupuesto de la defensa antimisiles para el ejercicio fiscal 2010 y las solicitudes presupuestarias subsiguientes no recuperaron el terreno perdido. Se eliminaron programas de defensa antimisiles que podrían proporcionar una mayor capacidad contra la amenaza de misiles balísticos, tales como el Láser Aerotransportado, el Interceptor Múltiple, el Interceptor de Energía Cinética y se redujo el número de Interceptores de Defensa Terrestre de Medio Alcance de Alaska y California.