Leo Zuckermann
Tengo muy presente lo que me dijo
Ruchir Sharma, autor del
bestseller Breakout Nations: In Pursuit of the Next Economic Miracles,
cuando le pregunté qué necesita un gobierno para que su país despegue
económicamente. Lo primero que me respondió es un líder cuya prioridad
sea la economía; que todo lo demás pase a un segundo plano. “Al punto de
la obsesión”, le cuestioné. “Efectivamente —replicó—, debe ser una
especie de obsesión del gobierno en turno”. Me dio varios ejemplos. El
más conspicuo, desde luego, el del chino
Deng Xiaoping, promotor de la transformación económica más exitosa e impresionante de la historia reciente.