Francisco Garfias
CHIHUAHUA.— La reacción de David Penchyna,
senador electo del PRI, especialista en temas económicos, fue de bote
pronto. “Ahora resulta que este obcecado va a secuestrar México”, dijo
el hidalguense. Se refería, obvio, a Andrés Manuel López Obrador,
un hombre que se opone púbicamente a las reformas estructurales que
promueve el tricolor, y al que, aseguró, “le importan poco los
resultados de la democracia”.
Le acabábamos de preguntar si la Legislatura entrante se va a atrever a abordar las reformas estructurales, con el tabasqueño en la calle y amenazando con movilizar a sus seguidores, que no son pocos, en caso de que se intente abrir Pemex al sector privado o que se apruebe la reforma hacendaria, tal como la propuso Manlio Fabio Beltrones, con un IVA generalizado. La charla con Penchyna había comenzado con el tema del IVA. Ayer mismo se publicó que algunos senadores del PRI, como Patricio Martínez, ex gobernador de Chihuahua, se oponen resueltamente a eliminar la tasa cero en medicinas y alimentos. “Es prematuro hablar de divisiones. Ni siquiera hemos construido una propuesta determinada”, destacó el hombre. El senador hidalguense, en declaraciones previas, recalcó que una reforma hacendaria no es abordar simplemente el tema del IVA en alimentos y medicinas. “Estamos viendo las oportunidades que nuestro mercado interno nos puede dar para que a partir de una reforma hacendaria logremos el gran objetivo que se ha fijado nuestro próximo presidente de México: que de las grandes finanzas nacionales positivas que hoy se presumen, pasemos a las buenas finanzas en el bolsillo de la gente”, dijo.
La reforma hacendaria integral, no hay duda, es un desafío político mayor para el próximo gobierno de la República.
En el círculo cercano de López Obrador han advertido que un revés en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde se procesa la solicitud de invalidez de la elección presidencial, no sería motivo suficiente para que el tabasqueño saque a la gente a la calle. Pero lo que sí provocaría movilizaciones sería que el binomio PRI-PAN en el Congreso intente legislar las reformas hacendaria, energética y laboral que han promovido.
Estas reformas fueron revisadas en la primera reunión plenaria del entrante grupo parlamentario del PRI en el Senado de la República, que encabeza Emilio Gamboa Patrón.
Al cónclave asistieron, como especialistas, el director del Banco de México, Agustín Carstens, y el ex canciller Bernardo Sepúlveda, juez de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Agustín Carstens “no le quiso entrar” al tema del IVA en medicinas y alimentos. Justificó su silencio con el alegato de que es el gobernador del Banco de México y no le corresponde meterse (al menos públicamente) en el tema fiscal.
Sabe que el Impuesto al Valor Agregado es un tema candente, difícil, riesgoso. Divide correligionarios, resta popularidad, derriba coordinadores parlamentarios (Elba Esther Gordillo lo experimentó), estigmatiza a políticos (pregúntenle a Humberto Roque).
Lo que sí les dijo a los senadores priistas es que el reto de las reformas estructurales es más político que técnico. ¿Cómo procesarlas para que se vuelvan realidad? Fue la gran pregunta que dejó en el aire. No dio respuesta. “Ese tema es del gobierno entrante y, obviamente, del Congreso de la Unión”, dijo, en rueda de prensa. El gobernador del Banco de México dejó constancia, eso sí, de la importancia de que se establezca una secuencia adecuada de las llamadas reformas estructurales.
Un senador del tricolor, presente en el encuentro de Chihuahua, nos dijo que lo que más le llamó la atención de la exposición de Carstens fue su cita a Jorge Luis Borges: “La única manera de cambiar la imagen, es cambiar la realidad”, dijo, parafraseando al fallecido poeta argentino. Ese mismo legislador recordó una frase, que atribuyó al fallecido ex presidente José López Portillo, para fijar su postura personal sobre la polémica reforma hacendaria, IVA incluido.
“Dentro de lo deseable, lo posible”, dijo, para luego agregar que dentro de lo posible no está, por ahora, eliminar la tasa cero a medicinas y alimentos. Las palabras de Gamboa Patrón, al final de la jornada, parecen confirmar que no hay condiciones inmediatas para las reformas estructurales. El coordinador del grupo priista en el Senado dijo que las tres iniciativas que van a sacar lo más rápido que se pueda son: el famoso órgano contra la corrupción, que fue un clamor en la campaña de Peña Nieto; la que da mayores facultades al IFAI, y la que prevé la creación de una institución ciudadana que supervise los gastos del gobierno federal y de gobiernos estatales en materia de medios de comunicación.
Morelos Jaime Canseco, secretario de Gobierno de Tamaulipas, renunció ayer a su cargo. Versiones que corrían anoche señalaban al diputado beltronista Felipe Solís Acero como su sustituto. El cambio es parte de la estrategia de reforzar a los gobiernos priistas donde perdió Peña Nieto en la elección presidencial (léase Tamaulipas, Nuevo León, Tlaxcala…). Guadalupe Flores Valdez, diputada local, sería subsecretaria general de Gobierno en ese estado.
Le acabábamos de preguntar si la Legislatura entrante se va a atrever a abordar las reformas estructurales, con el tabasqueño en la calle y amenazando con movilizar a sus seguidores, que no son pocos, en caso de que se intente abrir Pemex al sector privado o que se apruebe la reforma hacendaria, tal como la propuso Manlio Fabio Beltrones, con un IVA generalizado. La charla con Penchyna había comenzado con el tema del IVA. Ayer mismo se publicó que algunos senadores del PRI, como Patricio Martínez, ex gobernador de Chihuahua, se oponen resueltamente a eliminar la tasa cero en medicinas y alimentos. “Es prematuro hablar de divisiones. Ni siquiera hemos construido una propuesta determinada”, destacó el hombre. El senador hidalguense, en declaraciones previas, recalcó que una reforma hacendaria no es abordar simplemente el tema del IVA en alimentos y medicinas. “Estamos viendo las oportunidades que nuestro mercado interno nos puede dar para que a partir de una reforma hacendaria logremos el gran objetivo que se ha fijado nuestro próximo presidente de México: que de las grandes finanzas nacionales positivas que hoy se presumen, pasemos a las buenas finanzas en el bolsillo de la gente”, dijo.
La reforma hacendaria integral, no hay duda, es un desafío político mayor para el próximo gobierno de la República.
En el círculo cercano de López Obrador han advertido que un revés en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde se procesa la solicitud de invalidez de la elección presidencial, no sería motivo suficiente para que el tabasqueño saque a la gente a la calle. Pero lo que sí provocaría movilizaciones sería que el binomio PRI-PAN en el Congreso intente legislar las reformas hacendaria, energética y laboral que han promovido.
Estas reformas fueron revisadas en la primera reunión plenaria del entrante grupo parlamentario del PRI en el Senado de la República, que encabeza Emilio Gamboa Patrón.
Al cónclave asistieron, como especialistas, el director del Banco de México, Agustín Carstens, y el ex canciller Bernardo Sepúlveda, juez de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Agustín Carstens “no le quiso entrar” al tema del IVA en medicinas y alimentos. Justificó su silencio con el alegato de que es el gobernador del Banco de México y no le corresponde meterse (al menos públicamente) en el tema fiscal.
Sabe que el Impuesto al Valor Agregado es un tema candente, difícil, riesgoso. Divide correligionarios, resta popularidad, derriba coordinadores parlamentarios (Elba Esther Gordillo lo experimentó), estigmatiza a políticos (pregúntenle a Humberto Roque).
Lo que sí les dijo a los senadores priistas es que el reto de las reformas estructurales es más político que técnico. ¿Cómo procesarlas para que se vuelvan realidad? Fue la gran pregunta que dejó en el aire. No dio respuesta. “Ese tema es del gobierno entrante y, obviamente, del Congreso de la Unión”, dijo, en rueda de prensa. El gobernador del Banco de México dejó constancia, eso sí, de la importancia de que se establezca una secuencia adecuada de las llamadas reformas estructurales.
Un senador del tricolor, presente en el encuentro de Chihuahua, nos dijo que lo que más le llamó la atención de la exposición de Carstens fue su cita a Jorge Luis Borges: “La única manera de cambiar la imagen, es cambiar la realidad”, dijo, parafraseando al fallecido poeta argentino. Ese mismo legislador recordó una frase, que atribuyó al fallecido ex presidente José López Portillo, para fijar su postura personal sobre la polémica reforma hacendaria, IVA incluido.
“Dentro de lo deseable, lo posible”, dijo, para luego agregar que dentro de lo posible no está, por ahora, eliminar la tasa cero a medicinas y alimentos. Las palabras de Gamboa Patrón, al final de la jornada, parecen confirmar que no hay condiciones inmediatas para las reformas estructurales. El coordinador del grupo priista en el Senado dijo que las tres iniciativas que van a sacar lo más rápido que se pueda son: el famoso órgano contra la corrupción, que fue un clamor en la campaña de Peña Nieto; la que da mayores facultades al IFAI, y la que prevé la creación de una institución ciudadana que supervise los gastos del gobierno federal y de gobiernos estatales en materia de medios de comunicación.
Morelos Jaime Canseco, secretario de Gobierno de Tamaulipas, renunció ayer a su cargo. Versiones que corrían anoche señalaban al diputado beltronista Felipe Solís Acero como su sustituto. El cambio es parte de la estrategia de reforzar a los gobiernos priistas donde perdió Peña Nieto en la elección presidencial (léase Tamaulipas, Nuevo León, Tlaxcala…). Guadalupe Flores Valdez, diputada local, sería subsecretaria general de Gobierno en ese estado.
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