viernes, 24 de agosto de 2012

Retorno del PRI


Retorno del PRI

José Rubinstein*

En los próximos días el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación —TEPJF— seguramente avalará a Enrique Peña Nieto como Presidente de México. Será entonces cuando reaparezca Enrique Peña, investido como flamante líder capaz de aglutinar a los diversos sectores e ideologías en torno a un viable proyecto de desarrollo nacional.
 
Apenas instalado el primer periodo de la LXII Legislatura, el 1 de septiembre próximo, el PRI impulsará tres iniciativas consideradas prioritarias, las que incluso podrán ser aprobadas antes del próximo periodo presidencial: 1. Crear la anunciada Comisión Nacional Anticorrupción. 2. Transparentar toda la administración pública dotando de mayor competencia al Instituto Federal de Acceso a la información —IFAI—. 3. Instituir la Comisión de Medios, encargada de analizar la relación del poder con los medios y de las pautas de publicidad y recursos del gobierno federal a sus campañas.



Lo más probable es que las reformas estructurales, laboral, energética, hacendaria y la de seguridad social sean discutidas hasta el segundo periodo, a partir de febrero de 2013.


El PRI contará con 21 gobernadores extraídos de sus filas, 207 diputados federales y 52 escaños en el Senado. Para alcanzar mayoría en la Cámara de Diputados, el tricolor requeriría aliarse con el partido Verde y Nueva Alianza para así sumar 251 legisladores, o directamente con el PAN. En el Senado, el PRI, junto con el Partido Verde llega a controlar 61 escaños, adquiriendo así la primera minoría.


Considerando la vocación democrática del PAN, que conlleva el fungir como responsable oposición, suponemos que el apoyo albiazul a favor de las reformas rezagadas e iniciativas convenientes será inmediato.


Los primeros 100 días de gobierno habrán de ser contundentes para la legitimación de Enrique Peña en el poder. De entrada, será fundamental la designación del equipo de colaboradores cercanos; mientras menos priistas de la vieja guardia, mejor, y si no son amigos del preciso, dos veces mejor.


Ningún “quinazo” ni espectacular montaje mediático revestirá de autoridad al nuevo gobierno, será el cúmulo de cotidianas acciones las que demostrarán la capacidad del Presidente y su gabinete.


Consideremos que Enrique Peña Nieto será sujeto de un constante monitoreo en las redes sociales, espacio en el cual, entre otros, el movimiento #Yo Soy132 navega como pez en el agua.


Haciendo referencia a la objetividad de las cifras, según análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, advertimos que para que el nuevo gobierno cumpla los compromisos adquiridos en campaña requerirá recursos adicionales superiores a 800 mil millones de pesos anuales, lo que significaría aplicar un presupuesto 20% mayor al actual.


De lograr ingresos tributarios extra por 80 mil millones de pesos y captar otros 35 mil millones más de parte de organismos gubernamentales, además de endeudarnos con 220 mil millones extra, incluso así, habría un faltante de 500 mil millones de pesos. Por lo tanto, la única solución viable para cumplir lo pactado es aprobar las reformas estructurales estancadas. Esta es la realidad de un país en el que uno de cada cuatro habitantes tiene entre 15 y 29 años.


Uno de los principales méritos del PRI en la oposición consistió en lograr mantener la cohesión entre pares al haber prescindido de la acostumbrada línea trazada por el Presidente. Hoy, en otra realidad de país y de partido, retorna el PRI al poder anunciando una sana cercanía entre el virtual Ejecutivo y su partido.
       

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